Las prótesis oculares postoperatorias, también conocidas como conformadores oculares, son dispositivos médicos utilizados después de una cirugía ocular, especialmente en casos de enucleación (remoción del ojo) o evisceración (remoción del contenido interno del ojo), con el propósito de mantener la forma y la estructura de la cavidad ocular mientras el área cicatriza y se prepara para una prótesis ocular permanente.

Estas prótesis temporales se utilizan en el período inmediatamente después de la cirugía para ayudar en el proceso de curación y acondicionamiento de los tejidos circundantes. Aunque no tienen la función visual de un ojo real ni suelen ser tan realistas como una prótesis ocular definitiva, su uso es esencial para lograr una adaptación adecuada de la prótesis permanente.

Las prótesis oculares postoperatorias generalmente se fabrican con materiales seguros y biocompatibles, como plásticos médicos, y se ajustan de manera personalizada para encajar en la cavidad ocular del paciente. Estas prótesis temporales también pueden ayudar a prevenir complicaciones durante el proceso de cicatrización y reducir el riesgo de contracción de los tejidos.

Una vez que la cavidad ocular se ha curado lo suficiente y se ha logrado una base adecuada para la prótesis permanente, se puede realizar una evaluación y un moldeado personalizado para crear una prótesis ocular definitiva que se adapte a la forma y el color del ojo natural. Esta prótesis permanente se coloca de manera que sea cómoda y estéticamente agradable para el paciente.

Es importante tener en cuenta que el proceso de adaptación a una prótesis ocular permanente puede llevar tiempo, y es esencial que el paciente reciba el apoyo adecuado tanto en términos de cuidado médico como emocional durante todo el proceso.